MICHES. Todos esperan ansiosos el "Boom" definitivo del turismo ecológico en esta región, y de alguna forma las comunidades acarician la idea de que cuando esta actividad económica explosione, los fragmentos salpiquen a las personas y los dólares y pesos lleguen con más fluidez a los hogares, en muchos de los cuales todavía se cocina en rústicos fogones, con leña o cáscara de coco.
Pero, obviamente el desarrollo turístico todavía no acaba de llegar. Ha encontrado innumerables obstáculos a lo largo de las tortuosas vías de acceso por las que, con muchas dificultades, todavía se puede llegar a esta región de hermosas playas, ríos, lagunas y montañas.
Los inversionistas turísticos esperan incentivos y reglas claras por parte de las secretarias de Turismo y de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
De Turismo se espera la iniciativa de definir las reglas de juego para la planificación de los futuros proyectos turísticos y iniciativas para la formación y preparación técnica de jóvenes que aspiran a trabajar en sus respectivas comunidades, esperanzados en que la creación de empleos mejora sustancialmente los niveles de vida de sus familias.
Los ingresos que generarán los proyectos turísticos que se desarrollen en la región resolverán muchas precariedades económicas.
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