SABANA DE LA MAR,.- Desencantos y frustración es lo que viven más de 2 mil pescadores de Sabana de la Mar, que denuncian que los altos precios que registran las gasolinas, amenaza con diezmar la pesca en aquel costero municipio, perteneciente a Hato Mayor.
Debido a la estrechez económica a que lo ha llevado el precio de la gasolina, muchos pescadores han dejado sus yolas en la ribera de la costa y han zarpados en embarcaciones ilegales a la vecina isla de Puerto Rico, en busca de mejorar su situación económica y de vida.
También los pescadores más humildes de Sabana de la Mar, aquellos que tienen pequeñas embarcaciones, son afectados por la incursión de empresarios de la pesca, que han lanzado a la mar una nueva modalidad para capturar crustáceos y peces, lo que está destruyendo la fauna y la flora marina en la zona..
La modalidad, conocida como La Rastra o Licuadora, es una máquina que se asemeja a un embudo y la presión del motor va recogiendo peces pequeños y grandes y destruyendo la vegetación que hay.
“El alto precios de la gasolina y La Rastra, son los problemas que más nos afectan, aquí hay pescadores que zarpan con dos galones de gasolina a la Bahía de Samaná y cuando regresan la pesca realizada no compensa el dinero invertido en combustible”, aseguró Domingo Medina, de la Cooperativa de Pescadores de Sabana.
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Debido a la estrechez económica a que lo ha llevado el precio de la gasolina, muchos pescadores han dejado sus yolas en la ribera de la costa y han zarpados en embarcaciones ilegales a la vecina isla de Puerto Rico, en busca de mejorar su situación económica y de vida.
También los pescadores más humildes de Sabana de la Mar, aquellos que tienen pequeñas embarcaciones, son afectados por la incursión de empresarios de la pesca, que han lanzado a la mar una nueva modalidad para capturar crustáceos y peces, lo que está destruyendo la fauna y la flora marina en la zona..
La modalidad, conocida como La Rastra o Licuadora, es una máquina que se asemeja a un embudo y la presión del motor va recogiendo peces pequeños y grandes y destruyendo la vegetación que hay.
“El alto precios de la gasolina y La Rastra, son los problemas que más nos afectan, aquí hay pescadores que zarpan con dos galones de gasolina a la Bahía de Samaná y cuando regresan la pesca realizada no compensa el dinero invertido en combustible”, aseguró Domingo Medina, de la Cooperativa de Pescadores de Sabana.
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